La
provincia de Corrientes se encuentra ubicada en la región mesopotámica de la
República Argentina, con una superficie de 88.886 Km2. Su ciudad capital, del
mismo nombre, cuenta con una población cercana a los 300.000 habitantes.
Limita al norte con la República del Paraguay; al este con la provincia
de Misiones, la República Federativa del Brasil y la República Oriental del
Uruguay; al sur con provincia de Entre Ríos, y al oeste con las provincias de
Santa Fe y Chaco.
Su territorio se caracteriza por una asimetría marcada entre el sector
oriental y el occidental, el dominio de esteros y lagunas se destaca por no
integrar un sistema hidrográfico organizado. El área más dinámica está
delimitada por los esteros y lagunas del Iberá y caracterizada por dos
elementos fundamentales: el asentamiento de la capital en una posición
privilegiada, en un sitio no inundable donde convergen dos vías fluviales, el
río Paraguay y el Paraná, y la presencia de pequeñas lomadas que hacen posible
la agricultura intensiva de cítricos, hortalizas, tabaco, maíz, etc.
El clima es un factor importante en el paisaje correntino. Ubicado en la
zona subtropical, el territorio está sometido a precipitaciones abundantes que
decrecen de noreste a sudoeste.
Las actividades productivas de Corrientes, son la ganadería ovina y
vacuna, el cultivo y procesamiento de cítricos, en especial la naranja, y el
cultivo de arroz que, en la actualidad, ha alcanzado una fuerte expansión en
función del mercado brasileño. Deben también mencionarse cultivos industriales
más tradicionales como el té, la yerba mate y el tabaco.
Esta provincia, cuya capital lleva su mismo nombre, está dividida en 25
departamentos con poderes políticos y administrativos propios.
Flora y Fauna
Debido a la gran
abundancia de agua, reunida en corrientes que discurren mansas y en lagunas y
esteros, sumada al estímulo que brinda la calidez del clima subtropical, la
vegetación que viste el paisaje correntino se muestra exuberante y muy variada.
En el nordeste, acompañando las márgenes de los grandes ríos y sus afluentes,
crecen sauce, aliso, tacuara, timbó, guayaibi, lapacho, curupí, ibirá
pitá,aguaribay y otros. En el noroeste son característicos el quebracho
colorado y el blanco, el algarrobo negro, la palmera caranday, el tala, el
espinillo, el cardo, las gramíneas y los cactos.
En el sur de la provincia son abundantes las formaciones de bosque bajo, con
arbustos y gramíneas. Las especies características de esta área son el
ñandubay, el espinillo, el algarrobo, el quebracho blanco y el tala, entre
otras.
La zona de la laguna Iberá es rica en especies acuáticas, entre las que se
destaca el irupé, también llamado victoria regia o maíz de agua. El enorme
arbusto que caracteriza la pampa argentina, el ombú, es asimismo originario del
norte de Corrientes
En este ambiente de exuberancia vegetal tiene su hábitat natural una variada
fauna en la que abundan los cuadrúpedos, como el coatí, el carayá, la mulita,
el ciervo, el carpincho, la nutria, el zorrino y la vizcacha, varias especies
de tatúes y monos. Diversidad de aves anidan en el territorio provincial (más
de 520 especies): ñacurutú, pitogüe, cotorra, perdiz, chajá, ñandú, carpintero,
tordo, cigüeña, garza flamenco, carau y otros zancudos, y muchas más llenan el
aire de Corrientes con sus colores y voces particulares.
Los ecosistemas correntinos son también propicios para albergar gran número de
reptiles. Por ellos circulan silenciosos el lagarto, el yacaré y el teyú
taragüí, así como víboras, serpientes y lagartijas.
La fauna subacuática es muy generosa (más de 350 especies) y convoca a multitud
de aficionados a la pesca deportiva, además de dar sustento tradicional a los
pobladores de las riberas y los esteros. Típicos son el surubí, el pacú, la
raya, el dorado (tigre del río) y muchas otras especies.
Turismo:
El atractivo
turístico de la provincia se basa, principalmente, en su variada riqueza
forestal, sus esteros y montes, también en el estilo arquitectónico, colonial y
autóctono, principalmente de su capital, además de otros centros históricos en
general.
La Pesca: Tiene una de
sus capitales nacionales en Corrientes, con dos polos: Paso de la Patria es el
ámbito privilegiado del dorado; Goya, el del surubí.
Parque Nacional Mburucuyá: El Parque Nacional Mburucuyá se ubica en el noroeste de la Provincia
de Corrientes, en el Departamento Mburucuyá.
Itatí: A orillas del
Paraná, en una monumental basílica construida en 1950 que posee una cúpula de
83 m de altura, se conserva la venerada imagen de la Virgen de Itatí, patrona
provincial y objeto de esmerada devoción para los correntinos.
Paso de los Libres: es la ciudad más importante de las ubicadas a orillas del río
Uruguay. Un puente internacional de 1.419 m la comunica con la ciudad brasileña
de Uruguyana.
Corrientes: la ciudad capital está unida a la provincia de Chaco mediante el
puente General Manuel Belgrano, un complejo vial inaugurado en 1973 que tiene
una longitud de 1700 m y se alza 35 m sobre el nivel medio de las crecientes
del Paraná.
Yapeyú: Fue una de
las misiones jesuíticas más importantes establecidas en territorio correntino.
Fundada en 1626, conserva la memoria de su hijo dilecto, el Libertador General
José de San Martín.
Iberá: La inmensa
Reserva Natural del Iberá, creada en 1983, ocupa una extensión de 13.000 km2,
casi el 15% del territorio provincial. Su fauna incluye algunas especies en
peligro de extinción: venadillo, aguará guazú, zorro gris chico y yacaré.
PARQUE NACIONAL
MBURUCUYA
Ubicación: El Parque Nacional Mburucuyá se ubica en el noroeste de la Provincia
deCorrientes, en el
Departamento Mburucuyá.
Superficie: 17.660 hectáreas
Creación: A partir de
la década del 40, el Dr. Troels M Pedersen –hijo de Niels Peter Pedersen,
propietario de estas tierras- viaja a la Argentina una vez concluida la Segunda
Guerra Mundial para hacerse cargo de este campo comprado en la década del 20,
interesado por la flora del lugar y su interés por hacer un uso racional del
pastoreo en el campo, comenzó a revertir el deterioro que sufrían. Su acción a
favor del ambiente natural culminó con la donación del área para la creación
del Parque Nacional, posibilitando que hoy podamos mantener este ambiente,
disfrutarlo y reflexionar acerca de su historia.
Por su importante
superficie y características naturales, se trata de un área representativa de
los ambientes del noroeste correntino, en un excepcional estado de
conservación. constituye un importante refugio para la flora y fauna nativas.
El Parque Nacional Mburucuyá pertenece a la eco-región Esteros del Iberá que
presenta numerosos humedales
Flora: quebrachos
-el colorado chaqueño y el blanco-, urunday, viraró, algarrobos, talas,
palmeras caranday, alecrín, palmera pindó, caña tacuaruzú, timbó, laurel,
palmares de yatay.
Fauna: 150 especies
de aves, carpinchos, yacares, zorros, mulitas, guazunchos, gatos yaguarundí,
monos carayá, aguará guazú, lobito de río y ciervo de los pantanos.
PARQUE NACIONAL
IBERA
Iberá, palabra de
origen guaraní que significa "aguas brillantes", hace alusión a la
manera en que el reflejo de la luna reverbera sobre la calmada superficie de
las lagunas. Con este nombre se conoce a una de las grandes áreas naturales del
país que atrae, por la belleza de su paisaje y la variedad de su flora y
fauna, a turistas de todo el mundo. La región se encuentra ubicada en una
inmensa depresión que comienza cerca de Ituzaingó y se extiende en forma de
arco hacia el suroeste a lo largo de una distancia de 170 kilómetros, teniendo
un ancho de 16 a 40 kilómetros. En su margen sudoeste, la cuenca está
perfectamente delimitada por terrenos más elevados, pero en su margen opuesta,
la noroeste, no tiene límites definidos, formando un complejo sistema de
lagunas y esteros interrumpidos por islotes de tierra firme. Tomando en cuenta
la cuenca principal la superficie total del área estaría entre los 9.000 y
15.000 km2. Existen diversas teorías sobre el origen de los Esteros del Iberá.
Una de ellas considera que la región conformó un antiguo cauce del Paraná,
conservando hasta la actualidad la comunicación subterránea con el mismo. Otra
teoría la considera un "ojo de mar" que habría inundado en tiempos
remotos estos parajes. También se piensa que ese enorme receptáculo fue
producido por una fuerte erosión eólica, siendo ocupado posteriormente por el
agua de las lluvias que afluyen por un sinnúmero de esteros y cauces
secundarios, alimentando el depósito principal. El cambio continuo del nivel de
las aguas de los esteros está indicando su dependencia de la precipitación
pluvial. Este aporte devuelve al sistema una cantidad de líquido equivalente a
la que se evapora. El sistema de Iberá drena en forma permanente pero lenta,
dada la escasa pendiente, por el Río Corrientes, que vierte sus aguas al
Paraná, y transitoriamente por el Río Miriñay que desemboca en el Uruguay. El
paisaje presenta el aspecto de una llanura más o menos uniforme, cuya altura
sobre el nivel del mar es de unos 60 metros y está apoyada sobre un manto
rocoso. La parte norte está formada por campos llanos, a menudo bajos y
anegados, es la región de cañadas, lagunas, permanentes o temporarios, prácticamente
indiferenciable de la depresión principal. En la zona también alternan
planicies y lomas bajas de tierras más elevadas que se utilizan como campo de
pastoreo, estando la llanura a veces interrumpida por cordones de médanos. Al
sur se encuentran terrenos ondulados, con elevaciones locales que alcanzan los
30 metros. Comprende pocas aguadas, esteros diseminados, y numerosos zanjones y
arroyos que desembocan en su mayoría en los grandes esteros del Iberá. Los
suelos, principalmente en la zona norte, son de carácter sedimentario,
aluviones antiguos en parte arenosos y arcillosos. Las arenas descansan sobre
la capa impermeable de arcilla o limo, originando el estancamiento de las aguas
y las formación de lagunas y bañados. La vegetación acuática alterna con faja e
islas de tierra firme o semi-anegadiza y lagunas de gran extensión como Iberá
(de hasta 2 metros de profundidad ), Luna, Fernández, Galarza, Paraná,
Trin y Medina. Uno de los ambientes más característicos de las lagunas son los
llamados "embalsados", originados por el denso agrupamiento y la
acumulación de vegetación acuática. Se trata de islas flotantes sobre la cuales
se va depositando tierra, se compactan las raíces y pueden presentar vegetación
arbustiva e inclusive arbórea (como los Sangres de Drago, Ceibos, etc.). Estas
islas flotantes, empujadas por el viento forman parte de las numerosas leyendas
y supersticiones indígenas: la Isí o Madre del Estero, el Caá Porá y el
Pombero, son los más célebres seres míticos de la región. La fauna está
mayormente integrada también por especies de hábitos acuáticos. El Carpincho y
el Coipo figuran entre las más comunes; especies amenazadas de extinción como
el Lobito de Río, el Ciervo de los pantanos y el Yacaré hallan en esta inmensa
región seguro refugio. Una infinidad de aves de variadas formas y coloridos
pueblan los bosques, esteros, bañados y lagunas, haciendo las delicias de los
observadores de la naturaleza